¿Quien soy? Soy la misma persona. La que muchos conocen y las que otros
creen conocer. Tal vez no elijo el mejor de mis días para comenzar a escribir
de verdad (Digo de verdad porque este blog fue creado en Enero y decidí eliminar la primer nota que había semi-escrito), y hoy recién me
siento más segura de mi escritura y además sentí la necesidad de poner por
escrito todo este torbellino de sentimientos, ideas, duelo, risa y llanto por
los que atravesé en estos tres meses.
Debo admitir que cuando el avión despegó desde el Aeropuerto en Argentina, no pude evitar las lagrimas. ¿Las lagrimas de qué? Las
lágrimas de saber todo lo que dejaba atrás por un tiempo, las lagrimas de saber
que este viaje me iba a hacer crecer y como dijo una amiga…crecer duele.
Aun por esas lagrimas, estaba feliz por haberme animado a
romper con el miedo. Muchas de las personas sueñan y sueñan pero no concretan.
¿Y para que estamos vivos si no podemos correr atrás de nuestros sueños? En
particular, gracias a un gran amor de mi vida descubrí también el amor a la libertad.
Para algunos sonaría contradictorio “amor y libertad” pero yo al menos empiezo
a creer que es posible.
¿Qué esperaba de Nueva Zelanda? No esperaba que me transformara en otra persona. Simplemente esperaba y espero que sea un punto de inflexión en mi vida (tal como quiso serlo mi viaje a Japón), espero
que sea el trampolín para nuevos destinos, espero que sea la lupa para lo que
estoy buscando, espero que sea el silencio que a veces el alma necesita, espero
que sea un reloj de arena de “mi”
tiempo.
Acá, como en Argentina, me gusta perderme en el paisaje y la
música que me acompaña cuando hago largos kilómetros. Y en cada
kilometro mis ideas, mis pensamientos, mis deseos, mis "caprichos" van y vienen. Una parte de mi lo disfruta, otra parte extraña la familia,
los amigos y el amor; una parte de mi quisiera compartir este viaje con otra
persona y otra parte de mi le gusta soñar miles de destinos más con culturas
completamente diferentes y con infinidad de amigos de todo el mundo. Me di cuenta que quiero estar en muchos lados…y
entonces el sudeste asiático, la India y hace unos días las ganas enormes de
recorrer Centroamerica y America del sur..y otra visa en Dinamarca y así nacen nuevos destinos todo el tiempo. Y claro, ya
no soy taaaannn joven (tan poco taaaannn vieja) pero mis 28 años, la demanda social y
los deseos personales y profesionales no se llevan muy bien aún. No he logrado
la armonía en ese sentido.
A pesar de todas las idas y vueltas. En este viaje decidí
hacer todo aquello a lo que no me animo. Si. Eso que me da miedo, lo enfrento y
lo hago. Esa comida que creía que no gustaba, la como e intento encontrarlo
otro sentido, tal vez otro sabor. Esa música que siempre salteaba, la dejo y la escucho.
Todavía no se para donde seguirá mi rumbo. En que parte de este
globo. Mis planes cambian todo el tiempo. Aun en mis días, mi día cambia todo
el tiempo. Pero acá estoy: Nueva Zelanda significa nuevos desafíos,
significa conexión, significa rupturas, significa risa y significa llanto, significa rechazo y aceptación. Un país muy tranquilo que me hizo darme cuenta que necesito
el caos. No obstante, me dio el silencio y la tranquilidad necesaria para
descubrirme.
¿Qué hice hasta ahora que no haya hecho antes?
Manejar del lado izquierdo// snowboard// cerrar tapitas en
un laboratorio// tirarme de 134 mts de altura// hablar con señas//patinar sobre
hielo//mudarme cada dos semanas//extrañar infinitamente//tomar jugo de aloe
vera// perderme en la madrugada// hacer 5 horas de kayak// querer abrazar en el
momento a mi mamá ya ya ya// Y un montón
de cosas más que se potenciaron estando acá.
Así y concluyendo. Esta soy yo. La misma pero con una visión
un poco más amplia que hace 3 meses atrás. Me quedan muchos meses por delante que serán un complemento a todo lo vivido. Y espero poder escribir más seguido aunque no me resulte fácil :-)
“Nómades perdidos” Nació de esta persona pero hace
10 años atrás y recién ahora pude darle una explicación a esas dos palabras
mágicas en mi vida que quisiera compartir.
Hasta la próxima y gracias por leerme.