martes, 13 de octubre de 2015

Nueva Zelanda: quien soy 3 meses despues



¿Quien soy? Soy la misma persona. La que muchos conocen y las que otros creen conocer. Tal vez no elijo el mejor de mis días para comenzar a escribir de verdad (Digo de verdad porque este blog fue creado en Enero y decidí eliminar la primer nota que había semi-escrito), y hoy recién me siento más segura de mi escritura y además sentí la necesidad de poner por escrito todo este torbellino de sentimientos, ideas, duelo, risa y llanto por los que atravesé en estos tres meses.
Debo admitir que cuando el avión despegó desde el Aeropuerto en Argentina, no pude evitar las lagrimas. ¿Las lagrimas de qué? Las lágrimas de saber todo lo que dejaba atrás por un tiempo, las lagrimas de saber que este viaje me iba a hacer crecer y como dijo una amiga…crecer duele.
Aun por esas lagrimas, estaba feliz por haberme animado a romper con el miedo. Muchas de las personas sueñan y sueñan pero no concretan. ¿Y para que estamos vivos si no podemos correr atrás de nuestros sueños? En particular, gracias a un gran amor de mi vida descubrí también el amor a la libertad. Para algunos sonaría contradictorio “amor y libertad” pero yo al menos empiezo a creer que es posible.

¿Qué esperaba de Nueva Zelanda? No esperaba que me transformara en otra persona. Simplemente esperaba y espero que sea un punto de inflexión en mi vida (tal como quiso serlo mi viaje a Japón), espero que sea el trampolín para nuevos destinos, espero que sea la lupa para lo que estoy buscando, espero que sea el silencio que a veces el alma necesita, espero que sea un reloj de arena de “mi” tiempo.

Acá, como en Argentina, me gusta perderme en el paisaje y la música que me acompaña cuando hago largos kilómetros. Y en cada kilometro mis ideas, mis pensamientos, mis deseos, mis "caprichos" van y vienen. Una parte de mi lo disfruta, otra parte extraña la familia, los amigos y el amor; una parte de mi quisiera compartir este viaje con otra persona y otra parte de mi le gusta soñar miles de destinos más con culturas completamente diferentes y con infinidad de amigos de todo el mundo. Me di cuenta que quiero estar en muchos lados…y entonces el sudeste asiático, la India y hace unos días las ganas enormes de recorrer Centroamerica y America del sur..y otra visa en Dinamarca y así nacen nuevos destinos todo el tiempo. Y claro, ya no soy taaaannn joven (tan poco taaaannn vieja) pero mis 28 años, la demanda social y los deseos personales y profesionales no se llevan muy bien aún. No he logrado la armonía en ese sentido.

A pesar de todas las idas y vueltas. En este viaje decidí hacer todo aquello a lo que no me animo. Si. Eso que me da miedo, lo enfrento y lo hago. Esa comida que creía que no gustaba, la como e intento encontrarlo otro sentido, tal vez otro sabor. Esa música que siempre salteaba, la dejo y la escucho.

Todavía no se para donde seguirá mi rumbo. En que parte de este globo. Mis planes cambian todo el tiempo. Aun en mis días, mi día cambia todo el tiempo. Pero acá estoy: Nueva Zelanda significa nuevos desafíos, significa conexión, significa rupturas, significa risa y significa llanto, significa rechazo y aceptación. Un país muy tranquilo que me hizo darme cuenta que necesito el caos. No obstante, me dio el silencio y la tranquilidad necesaria para descubrirme.

¿Qué hice hasta ahora que no haya hecho antes?
Manejar del lado izquierdo// snowboard// cerrar tapitas en un laboratorio// tirarme de 134 mts de altura// hablar con señas//patinar sobre hielo//mudarme cada dos semanas//extrañar infinitamente//tomar jugo de aloe vera// perderme en la madrugada// hacer 5 horas de kayak// querer abrazar en el momento a mi mamá ya ya ya//  Y un montón de cosas más que se potenciaron estando acá.

 ¿ Y era necesario irme a miles de kilómetros de casa para darme cuenta de todo esto? Lo es y lo sigue siendo, porque acá, uno de los países más seguros del mundo, en donde se habla un inglés que poco se parece al que aprendí en tantos años, donde no se maneja a mas 100 km/hs, donde el común de la gente no habla de política, donde se baila esa música que yo solo escucharía en el auto pero igualmente disfruto ver bailar. Acá, donde no existe el bidet, donde los negocios cierran a las 5 o 6 de la tarde. Acá, tomando distancia, es donde los afectos se valoran mil veces más. 

Así y concluyendo. Esta soy yo. La misma pero con una visión un poco más amplia que hace 3 meses atrás. Me quedan muchos meses por delante que serán un complemento a todo lo vivido. Y espero poder escribir más seguido aunque no me resulte fácil :-) 

“Nómades perdidos” Nació de esta persona pero hace 10 años atrás y recién ahora pude darle una explicación a esas dos palabras mágicas en mi vida que quisiera compartir.


Hasta la próxima y gracias por leerme. 

3 comentarios:

  1. Seguí escribiendo negra, es muy lindo!!!

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  2. Grande Negra!!! Seguí escribiendo.
    Esa contradicción de la que hablás, en el mundo de la escritura se conoce como oxímoron. Es un recurso muy bello... Te felicito... y que no decaigan las palabras!!!

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